por Lukillas Vie Oct 03, 2008 10:42 pm
"Y una mujer pidió ... "Háblanos del dolor"
Y él dijo:
"Tu
dolor es la ruptura de la celda que encierra tu comprensión. Así como
la semilla de la fruta debe romperse para que su corazón se muestre al
sol, así debes tú conocer el dolor.
Y, si pudieras mantener tu
corazón maravillado ante los diarios milagros de la vida, tu dolor no
parecería menos prodigioso que tu alegría.
Y aceptarías las estaciones de tu corazón así como siempre haz aceptado las estaciones que pasan sobre tus campos.
Y esperarías con serenidad a través de los inviernos de tus penas.
Mucho
de tu dolor es elegido por tí misma. Es la porción amarga con la que el
médico que hay dentro de ti cura a tu ser enfermo. Por lo tanto, confía
en el médico, y bebe el remedio en silencio y tranquilidad: porque su
mano, aunque dura y pesada, está guiada por la tierna mano del
Invisible.
Y el vaso con que brinda, aunque queme tus labios, ha
sido moldeado de la arcilla que el Alfarero ha humedecido con sus
propias lágrimas sagradas".
"Un joven dijo ... "Háblanos de la Amistad"
Y él respondió:
"Tu
amigo es la respuesta a tus necesidades. Es el campo que plantás con
amor, y cosechás con agradecimiento. Y él es tu mesa y tu hogar.
Porque tú vas hacia él con hambre, y lo buscás con sed de paz.
Cuando tu amigo no te hable francamente, no temas decir que "no", ni detengas el "si".
Y cuando él esté callado, que no cese tu corazón de oír su corazón.
Porque,
sin palabras, en amistad, todos los pensamientos, todos los deseos,
todas las esperanzas nacen y se comparten en espontánea alegría.
Cuando
te separés de un amigo, no sufras, porque lo que más amas en él se
aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano
para el montañés.
Y no permitas más propósito en la amistad que
el ahondamiento del espíritu. Porque el amor que no busca más que la
aclaración de su propio misterio, no es amor, sino una red lanzada, y
solamente lo inútil es atrapado.
Y haz que lo mejor de tí sea para tu amigo. Si él debe conocer el menguante de tu marea, que conozca también su creciente.
Porque ¿qué amigo es el que buscas para matar las horas? Búscalo siempre para vivir las horas!
Porque él está para llenar tu necesidad, no tus vacíos.
Y en la dulzura de la amistad, deja que haya risas, y placeres compartidos.
Porque en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana, y se refresca."
"El Profeta", de Khalil Gibrán.
Saludos.