La realidad de los ojos que nos miran desde alturas
es el espejo celeste permanente de la confusión, nuestra fe,
este amor creciente al supuesto suspiro del mirar,
une contactos de dobles invisibles miradas más allá,
y creemos, solo creemos que es, sólo que es
y no es lo que creemos que es,
ni lo que el otro cree que uno cree
ni viceversa…
Es el medio del ser… el no ser, vacío luminoso,
ese lugar de la mirada irreprimible no interpretable
desde cualquier pensamiento raso del corazón,
que galopa al ritmo de tu esencia dorada.
Cualquier lugar puntual natural del universo
es bueno para esa unión de esferas y ser…
El yo de los ojos, dicen silentes el silencio del aire en
espejos,
ese lenguaje de manos, sin lenguas ni signos, inmaterial
ese fluido sustancioso de energía, colapsa sensible
en explosión atómica, donde pequeñas partes de un todo
revoltoso
alinean la intención verdadera de despertar
lo que nunca se podrá decir,
eso que la palabra dice que es amor,
y es mucho más que todos los mares de amores juntos…
La mirada en silencio a tu piel resuelta
no se calla nada sino que silba
no turba con la palabra, la música del cosmos
que se acopla al viento y transporta enigmas inconclusos
de la mirada, esa proyección extensible de la naturaleza de
uno
al todo de nosotros, dos sueños atrapados al vuelo del sueño…
¿Qué ves el cielo?
El cielo le narra a las miradas las lunas irracionales
donde los secretos del corazón silencian las tumbas del
pasado,
se dejan descubrir sin velos la vista a los ojos,
que energéticos trepan la mentira, débil mentira,
que muere al alba.
Sonríe, te está mirando.
es el espejo celeste permanente de la confusión, nuestra fe,
este amor creciente al supuesto suspiro del mirar,
une contactos de dobles invisibles miradas más allá,
y creemos, solo creemos que es, sólo que es
y no es lo que creemos que es,
ni lo que el otro cree que uno cree
ni viceversa…
Es el medio del ser… el no ser, vacío luminoso,
ese lugar de la mirada irreprimible no interpretable
desde cualquier pensamiento raso del corazón,
que galopa al ritmo de tu esencia dorada.
Cualquier lugar puntual natural del universo
es bueno para esa unión de esferas y ser…
El yo de los ojos, dicen silentes el silencio del aire en
espejos,
ese lenguaje de manos, sin lenguas ni signos, inmaterial
ese fluido sustancioso de energía, colapsa sensible
en explosión atómica, donde pequeñas partes de un todo
revoltoso
alinean la intención verdadera de despertar
lo que nunca se podrá decir,
eso que la palabra dice que es amor,
y es mucho más que todos los mares de amores juntos…
La mirada en silencio a tu piel resuelta
no se calla nada sino que silba
no turba con la palabra, la música del cosmos
que se acopla al viento y transporta enigmas inconclusos
de la mirada, esa proyección extensible de la naturaleza de
uno
al todo de nosotros, dos sueños atrapados al vuelo del sueño…
¿Qué ves el cielo?
El cielo le narra a las miradas las lunas irracionales
donde los secretos del corazón silencian las tumbas del
pasado,
se dejan descubrir sin velos la vista a los ojos,
que energéticos trepan la mentira, débil mentira,
que muere al alba.
Sonríe, te está mirando.