No tengo idea de la hora que es, ni de cuanto camino llevo recorrido. Ni la hora en que salí de casa. Supongo que bastante. No reconozco ninguno de los lugares por los que he pasado, no se en donde estoy ni hacia donde me dirijo, en el camino no hay nadie mas que mi soledad y yo.
Aquel fulgor espectral de la luna es mi única guía, el continuo silbido del viento y esa espesa niebla que reposa sobre los alrededores parece nunca terminar, todo es tan tétrico y deprimente, así como me encontraba yo, tal parecía que alguien hubiese plasmado mis sentimientos en aquel panorama.
Trato de poner en orden mis pensamientos, tratando de encontrar una razón por la que he llegado hasta aquí. Me remonto a días anteriores y solo puedo recordar dolor y tristeza, aquella infinita depresión que parecía acecharme como un fantasma, y aun permanece conmigo.
Me ha seguido casi desde que tengo uso de razón, ha vivido conmigo tanto tiempo que me ha hecho cometer incontables y fallidos intentos de suicidio, me ha traído lagrimas, fracasos en todos los aspectos, y sobre todo mucha soledad, y ahora, a mis 18 años me ha apartado del mundo, porque el me desprecia tanto como yo a el, y me he quedado solamente con mis pensamientos destructivos y mi eterno odio.
Pero aun no he hallado respuesta a mi pregunta ¿Qué hago sola caminando aquí? La falta de compañía no es nada nuevo para mí, pero el hecho de deambular en un paraje como este es todo un enigma para mí.
Por alguna razón no me puedo detener, simplemente continuo caminando, aunque no me siento cansada, Observo a mi alrededor y solo escucho aullidos de perros, y el pululo de un búho, supongo que debe de ser una noche fría por el vaho que exhalo, pero no parece afectarme.
Vuelvo a enfrascarme en mis pensamientos, pienso un poco en lo que será de mi, en lo que haré a futuro, en metas y logros y todas estas estupideces que jamás me han interesado, tal vez no todo este perdido, es decir, tal vez aun haya oportunidad de redimirme un poco, mejorar algunas cosas, y quien sabe tal vez hasta rehacer de nuevo mi vida. Expreso una ligera sonrisa, ¿en que estoy pensando? 18 años de vida desperdiciada no se pueden arreglar asi simplemente, todo lo malo y negativo estaba demasiado arraigado como para desaparecerlo simplemente. ¿O tal vez no? Quien sabe, podría funcionar, podría intentarlo en cuanto regrese a casa, ¡a casa! súbitamente recuerdo que sigo deambulando en un lugar desconocido, y probablemente muy lejos de mi hogar al darme cuenta noto que estoy entrando a una especie jardín enorme o algo por el estilo. Noto unas especies de rocas enormes o monumentos alrededor pero no alcanzo a distinguirlos por la niebla, después de atravesar el lugar casi por completo veo que me aproximo a una de esas rocas grises, me intriga saber que es y tal vez eso me de una explicación, al llegar, por una fuerza mayor que yo me obliga a arrodillarme y noto con sorpresa que aquello no es una roca; es una tumba como todas las que se encuentran alrededor, estoy en un cementerio! Pero todo es peor al leer las inscripciones y descubrir con horror que la persona en aquella tumba soy yo, ahí se encuentran mi nombre y fechas de nacimiento y muerte.
NO, NO ES JUSTO! ¿POR QUE? POR QUE A MI? AUN TENGO UNA VIDA POR DELANTE SOLAMENTE TENGO 18 AÑOS!! ¿QUE HICE POR QUE PASO ESTO?!
Y entonces lo recordé: tiempo atrás en uno de esos momentos de intensa depresión finalmente lo había logrado: al fin logre cortar mis venas hasta desangrarme, mi deseo se había cumplido al fin; estaba muerta. Yo ya no pertenecía al mundo de los vivos. Las lagrimas inundaron mis ojos cuando me di cuenta que aun cuando ya no hay vida en mi cuerpo, eso no fue un escape, en mi espíritu la tristeza aun permanece, nunca me podré librar de ella, me sigue y vivirá conmigo eternamente.
Aquel fulgor espectral de la luna es mi única guía, el continuo silbido del viento y esa espesa niebla que reposa sobre los alrededores parece nunca terminar, todo es tan tétrico y deprimente, así como me encontraba yo, tal parecía que alguien hubiese plasmado mis sentimientos en aquel panorama.
Trato de poner en orden mis pensamientos, tratando de encontrar una razón por la que he llegado hasta aquí. Me remonto a días anteriores y solo puedo recordar dolor y tristeza, aquella infinita depresión que parecía acecharme como un fantasma, y aun permanece conmigo.
Me ha seguido casi desde que tengo uso de razón, ha vivido conmigo tanto tiempo que me ha hecho cometer incontables y fallidos intentos de suicidio, me ha traído lagrimas, fracasos en todos los aspectos, y sobre todo mucha soledad, y ahora, a mis 18 años me ha apartado del mundo, porque el me desprecia tanto como yo a el, y me he quedado solamente con mis pensamientos destructivos y mi eterno odio.
Pero aun no he hallado respuesta a mi pregunta ¿Qué hago sola caminando aquí? La falta de compañía no es nada nuevo para mí, pero el hecho de deambular en un paraje como este es todo un enigma para mí.
Por alguna razón no me puedo detener, simplemente continuo caminando, aunque no me siento cansada, Observo a mi alrededor y solo escucho aullidos de perros, y el pululo de un búho, supongo que debe de ser una noche fría por el vaho que exhalo, pero no parece afectarme.
Vuelvo a enfrascarme en mis pensamientos, pienso un poco en lo que será de mi, en lo que haré a futuro, en metas y logros y todas estas estupideces que jamás me han interesado, tal vez no todo este perdido, es decir, tal vez aun haya oportunidad de redimirme un poco, mejorar algunas cosas, y quien sabe tal vez hasta rehacer de nuevo mi vida. Expreso una ligera sonrisa, ¿en que estoy pensando? 18 años de vida desperdiciada no se pueden arreglar asi simplemente, todo lo malo y negativo estaba demasiado arraigado como para desaparecerlo simplemente. ¿O tal vez no? Quien sabe, podría funcionar, podría intentarlo en cuanto regrese a casa, ¡a casa! súbitamente recuerdo que sigo deambulando en un lugar desconocido, y probablemente muy lejos de mi hogar al darme cuenta noto que estoy entrando a una especie jardín enorme o algo por el estilo. Noto unas especies de rocas enormes o monumentos alrededor pero no alcanzo a distinguirlos por la niebla, después de atravesar el lugar casi por completo veo que me aproximo a una de esas rocas grises, me intriga saber que es y tal vez eso me de una explicación, al llegar, por una fuerza mayor que yo me obliga a arrodillarme y noto con sorpresa que aquello no es una roca; es una tumba como todas las que se encuentran alrededor, estoy en un cementerio! Pero todo es peor al leer las inscripciones y descubrir con horror que la persona en aquella tumba soy yo, ahí se encuentran mi nombre y fechas de nacimiento y muerte.
NO, NO ES JUSTO! ¿POR QUE? POR QUE A MI? AUN TENGO UNA VIDA POR DELANTE SOLAMENTE TENGO 18 AÑOS!! ¿QUE HICE POR QUE PASO ESTO?!
Y entonces lo recordé: tiempo atrás en uno de esos momentos de intensa depresión finalmente lo había logrado: al fin logre cortar mis venas hasta desangrarme, mi deseo se había cumplido al fin; estaba muerta. Yo ya no pertenecía al mundo de los vivos. Las lagrimas inundaron mis ojos cuando me di cuenta que aun cuando ya no hay vida en mi cuerpo, eso no fue un escape, en mi espíritu la tristeza aun permanece, nunca me podré librar de ella, me sigue y vivirá conmigo eternamente.