GANO EL MEJOR....
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Verdasco le dio el punto clave a España
MAR DEL PLATA -- Lloran los argentinos y festejan eufóricos los españoles. Fernando Verdasco le acaba de ganar a José Acasuso por 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1 el cuarto punto de la final de la Copa Davis y España vence 3-1 para coronarse campeón en Mar del Plata.
Derecha ganadora de Verdasco y el equipo español que corre a festejar. David Nalbandian mira al piso. Adiós al sueño argentino de ganar la Ensaladera por primera vez. La peor de las pesadillas se hizo realidad.
Sin la presencia de Rafael Nadal -doble sabor amargo para Argentina y doble mérito para España- la Copa Davis queda en manos españolas por tercera vez en su historia (ganaron en el 2000 y 2004) y por primera vez festeja de visitante.
En la pista Argentina tuvo muchos problemas, demasiados. Y a eso se le sumaron los problemas fuera de la cancha, que quedarán para un análisis posterior.
Lo cierto es que nada pudo hacer Acasuso para sobrellevar la terrible presión de tener que definir la serie. Otra vez le tocó a Chucho salir a la cancha en el punto decisivo, como en la final del 2006 ante Rusia, cuando cayó en el quinto punto ante Marat Safin en cuatro sets.
Vale decir que el público argentino se puso el equipo al hombro. Todos en el estadio Islas Malvinas sabían que estaban ante un día que sería historico, por la hazaña o el fracaso. Y los 11 mil espectadores entendían que era el momento de alentar más que nunca a sus jugadores.
Por eso, el ingreso de los equipos al estadio fue conmovedor. Durante largos minutos, la gente revoleó camisetas, banderas y lo que tuvieran a mano coreando: "Olé, olé, olé, olé, olé, olé, olá....ohhhh Argentina, es un sentimiento... no puedo parar....". Y hasta el propio equipo español aplaudía el aliento de los argentinos. Era imposible no emocionarse.
Por eso seguramente el equipo español y los 500 hinchas visitantes aplaudieron a los argentinos en la ceremonia de premiación, gritándoles "Argentina, Argentina", como reconocimiento a la entrega y a la pasión que los sorprendió y los conmovió durante estos días.
Como si fuera poca la amargura para los locales, y para que quede en la estadística, Argentina con esta derrota cortó una racha de 10 años sin perder de local (la última vez había sido ante Eslovaquia, en 1998).
PARECÍA QUE IBA A SER RAPIDO
En el arranque, los primeros puntos de Acasuso eran festejados como si fuesen match point.
Arrancó bien Verdasco, soportando los primeros games del asedio del público argentino, que trataba de intimidarlo por todos los medios. "Ivanovic te engaña", le gritó uno desde la tribuna pero el zurdo no se inmutó y respondió con ace, para ponerse 2-1.
El set transcurría parejo pero a Verdasco se lo notaba muy cómodo con sus golpes. En el sexto game encontró su primera oportunidad para quebrar. Quedó 0-40 con un gran de revés cruzado, aprovechó una derecha de Acasuso que se fue larga y quebró. Después confirmó de manera impecable para ponerse 5-2. Empezaban a evidenciarse las diferencias de ranking y de actualidad.
En el noveno game, Verdasco fue a servir para llevarse el primer set. Un par de errores no forzados del argentino dejaban a Verdasco con set point.. Nueva derecha del misionero que se iba larga y era game y set para el español, que empezaba arriba 6-3 y ponía el panorama aún más negro para Argentina.
REVIVE ARGENTINA
Acasuso estuvo muy cerca pero se desmoronó al final
Cuando todo hacía pensar que Acasuso se desmoronaría, ganó su servicio en el arranque del segundo parcial con mucha autoridad, como si la presión del comienzo cedía a cierta calma y seguridad.
Ya con Verdasco al saque, aparecían las primeras dudas en el español. Sorpresivamente quedaba 0-40, producto de un par de errores no forzados y acto seguido, una nueva doble falta le daba el quiebre a Acasuso. Renacía la esperanza argentina.
El estadio se ponía de pie: "Olé, olé, olé... Chucho... Chucho...". El argentino estaba con confianza y sabía que era el momento de aprovechar el bajón de su rival.
Pero Verdasco soportaba la presión y la tensión en el estadio. En el séptimo game, Chucho aflojaba el ritmo y quedaba 0-40. Un winner de revés cruzado del español le daba un nuevo quiebre.
El partido había entrado en una zona de inconsistencia en los dos jugadores y el set estaba abierto. Después del quiebre de Verdasco, otra vez Chucho conseguía doblegar el servicio del español con una actitud más ofensiva y quedaba 5-3.
Y otra vez la inyección anímica del público: "Olé, olé, olé... Chucho... Chucho...". Era la gran portunidad de emparejar el marcador.
Con Acasuso sirviendo para el segundo set, Verdasco levantaba el nivel, molestaba al argentino con su revés con slice y conseguía quedar 15-40. Otro buen revés del español forzaba al error de Chucho y llegaba un nuevo quiebre.
Llegaba finalmente el tie break. Máxima tensión en el estadio. Era un momento clave.
Con ayuda del público y un Verdasco nervioso, el argentino tomó la iniciativa y sacó ventaja. Se ponía 6-3 después de un par de buenos primeros saques y, finalmente, un revés de Verdasco que quedaba en la red le daba el 7-3 a Acasuso, para el delirio de los argentinos, que volvían a creer.
SUFRIMIENTO COMPARTIDO
El partido era puro nervio y puro quiebre. Acasuso quebraba en el tercer game del tercer set y levantaba el nivel con el servicio.
Era el peor momento de Verdasco, desconcentrado, nervioso y contrariado con los gritos de la gente. Con ventaja de 5-4, el público alentaba a Chucho, sabiendo que era un momento clave: "Y Chucho ponga huevo.... y Chucho ponga huevo...".
Acasuso fue a sacar y necesitó tres set point para llevarse el parcial. El segundo set era de Argentina, que se sacaba ventaja y volvía a ilusionarse con el quinto punto. "¿Te lo imaginas a Chucho el héroe?", se preguntaban dos amigos en la tribuna.
EMPEZÓ EL DERRUMBE
Verdasco soportó más la presión y ganó con autoridad
El cuarto parcial avanzaba con definición incierta. Ambos estaban más firmes con sus saques y no se daban ventaja.
Pero en el sexto game, la balanza de la ansiedad se inclinó del lado argentino. En su primer break point del set, Verdasco aprovechó un error no forzado de su rival y quedó 4-2.
Saltaban los hinchas españoles, silencio de lo argentinos. Suenan de nuevo las trompetas. El español cerraba sin dudar el set y emparejaba el marcador.
La definición no podía ser más cerrada. Parecía una final guionada para una película de suspenso. Encima, en el descanso posterior al cuarto set, Acasuso pedía tratamiento médico en el abdomen y preocupaba más todavía a los argentinos.
CAMINO AL FESTEJO
La definición de la Copa Davis llegaba a su momento decisivo: o la Ensaladera viajaba a España o David Nalbandian buscaba la gloria en el quinto punto. Los nervios llegaban a su climax y hasta a los argentinos se les hacía un nudo en la garganta para alentar.
Acasuso arrancaba mal el último set. Varios errores de derecha le abrían la posibilidad a Verdasco, que no lo desaprovechaba. "Vamos, vamos... Argentina... vamos, vamos... a ganar...", gritaban los hinchas argentinos tratando de que Chucho no se desmorone.
Verdasco estaba más entero y creía en su confianza. Buenos primeros saques le permitían confirmar el quiebre y estirar la ventaja. Las caras del equipo argentino y del público se empezaban a transformar. De la esperanza posterior al tercer set a la angustia de ir abajo en el quinto.
El zurdo de Madrid, con toda la confianza, quebró de nuevo en el tercer game, se puso 3-0 y encarriló el partido y el título para España.
El desenlace del set no tuvo retorno para Argentina. Acasuso ya estaba entregado y Verdasco jugaba su mejor tenis.
Por fin llegó el séptimo game y, en el tercer punto para campeonato, la derecha de Verdasco cerró la historia de la serie en Mar del Plata. Gloria para España, frustración inmensa para Argentina.
El cuentito de la Copa Davis no tuvo final feliz para los locales, que pierden su tercera final, después de las derrotas en 1981 con Vilas y Clerc en Estados Unidos y la anterior en 2006 en Rusia, con parte del equipo que perdió en esta oportunidad.
¿Será que se está volviendo un karma la Ensaladera para Argentina? Quizás una de las claves para entender la derrota sea lo que dijo el capitán Alberto Mancini después de la caída: "Tenemos mucho que aprender, no sólo en el tenis sino como sociedad. Nos cuesta tirar a todos para el mismo lado".
Tantas expectativas previas y confianza desmedida hacen de esta derrota un fracaso difícil de digerir y superar. Contraste absoluto con España, que llegó a Mar del Plata con perfil bajo pero segura de sus posibilidades. "Argentina es favorita pero los partidos se ganan en la pista", había repetido el equipo español durante la semana.
Y así fue. España lo ganó en la cancha y con absoluta justicia. Felicitaciones campeones.
Fuente :ESPN...
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Verdasco le dio el punto clave a España
MAR DEL PLATA -- Lloran los argentinos y festejan eufóricos los españoles. Fernando Verdasco le acaba de ganar a José Acasuso por 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1 el cuarto punto de la final de la Copa Davis y España vence 3-1 para coronarse campeón en Mar del Plata.
Derecha ganadora de Verdasco y el equipo español que corre a festejar. David Nalbandian mira al piso. Adiós al sueño argentino de ganar la Ensaladera por primera vez. La peor de las pesadillas se hizo realidad.
Sin la presencia de Rafael Nadal -doble sabor amargo para Argentina y doble mérito para España- la Copa Davis queda en manos españolas por tercera vez en su historia (ganaron en el 2000 y 2004) y por primera vez festeja de visitante.
En la pista Argentina tuvo muchos problemas, demasiados. Y a eso se le sumaron los problemas fuera de la cancha, que quedarán para un análisis posterior.
Lo cierto es que nada pudo hacer Acasuso para sobrellevar la terrible presión de tener que definir la serie. Otra vez le tocó a Chucho salir a la cancha en el punto decisivo, como en la final del 2006 ante Rusia, cuando cayó en el quinto punto ante Marat Safin en cuatro sets.
Vale decir que el público argentino se puso el equipo al hombro. Todos en el estadio Islas Malvinas sabían que estaban ante un día que sería historico, por la hazaña o el fracaso. Y los 11 mil espectadores entendían que era el momento de alentar más que nunca a sus jugadores.
Por eso, el ingreso de los equipos al estadio fue conmovedor. Durante largos minutos, la gente revoleó camisetas, banderas y lo que tuvieran a mano coreando: "Olé, olé, olé, olé, olé, olé, olá....ohhhh Argentina, es un sentimiento... no puedo parar....". Y hasta el propio equipo español aplaudía el aliento de los argentinos. Era imposible no emocionarse.
Por eso seguramente el equipo español y los 500 hinchas visitantes aplaudieron a los argentinos en la ceremonia de premiación, gritándoles "Argentina, Argentina", como reconocimiento a la entrega y a la pasión que los sorprendió y los conmovió durante estos días.
Como si fuera poca la amargura para los locales, y para que quede en la estadística, Argentina con esta derrota cortó una racha de 10 años sin perder de local (la última vez había sido ante Eslovaquia, en 1998).
PARECÍA QUE IBA A SER RAPIDO
En el arranque, los primeros puntos de Acasuso eran festejados como si fuesen match point.
Arrancó bien Verdasco, soportando los primeros games del asedio del público argentino, que trataba de intimidarlo por todos los medios. "Ivanovic te engaña", le gritó uno desde la tribuna pero el zurdo no se inmutó y respondió con ace, para ponerse 2-1.
El set transcurría parejo pero a Verdasco se lo notaba muy cómodo con sus golpes. En el sexto game encontró su primera oportunidad para quebrar. Quedó 0-40 con un gran de revés cruzado, aprovechó una derecha de Acasuso que se fue larga y quebró. Después confirmó de manera impecable para ponerse 5-2. Empezaban a evidenciarse las diferencias de ranking y de actualidad.
En el noveno game, Verdasco fue a servir para llevarse el primer set. Un par de errores no forzados del argentino dejaban a Verdasco con set point.. Nueva derecha del misionero que se iba larga y era game y set para el español, que empezaba arriba 6-3 y ponía el panorama aún más negro para Argentina.
REVIVE ARGENTINA
Acasuso estuvo muy cerca pero se desmoronó al final
Cuando todo hacía pensar que Acasuso se desmoronaría, ganó su servicio en el arranque del segundo parcial con mucha autoridad, como si la presión del comienzo cedía a cierta calma y seguridad.
Ya con Verdasco al saque, aparecían las primeras dudas en el español. Sorpresivamente quedaba 0-40, producto de un par de errores no forzados y acto seguido, una nueva doble falta le daba el quiebre a Acasuso. Renacía la esperanza argentina.
El estadio se ponía de pie: "Olé, olé, olé... Chucho... Chucho...". El argentino estaba con confianza y sabía que era el momento de aprovechar el bajón de su rival.
Pero Verdasco soportaba la presión y la tensión en el estadio. En el séptimo game, Chucho aflojaba el ritmo y quedaba 0-40. Un winner de revés cruzado del español le daba un nuevo quiebre.
El partido había entrado en una zona de inconsistencia en los dos jugadores y el set estaba abierto. Después del quiebre de Verdasco, otra vez Chucho conseguía doblegar el servicio del español con una actitud más ofensiva y quedaba 5-3.
Y otra vez la inyección anímica del público: "Olé, olé, olé... Chucho... Chucho...". Era la gran portunidad de emparejar el marcador.
Con Acasuso sirviendo para el segundo set, Verdasco levantaba el nivel, molestaba al argentino con su revés con slice y conseguía quedar 15-40. Otro buen revés del español forzaba al error de Chucho y llegaba un nuevo quiebre.
Llegaba finalmente el tie break. Máxima tensión en el estadio. Era un momento clave.
Con ayuda del público y un Verdasco nervioso, el argentino tomó la iniciativa y sacó ventaja. Se ponía 6-3 después de un par de buenos primeros saques y, finalmente, un revés de Verdasco que quedaba en la red le daba el 7-3 a Acasuso, para el delirio de los argentinos, que volvían a creer.
SUFRIMIENTO COMPARTIDO
El partido era puro nervio y puro quiebre. Acasuso quebraba en el tercer game del tercer set y levantaba el nivel con el servicio.
Era el peor momento de Verdasco, desconcentrado, nervioso y contrariado con los gritos de la gente. Con ventaja de 5-4, el público alentaba a Chucho, sabiendo que era un momento clave: "Y Chucho ponga huevo.... y Chucho ponga huevo...".
Acasuso fue a sacar y necesitó tres set point para llevarse el parcial. El segundo set era de Argentina, que se sacaba ventaja y volvía a ilusionarse con el quinto punto. "¿Te lo imaginas a Chucho el héroe?", se preguntaban dos amigos en la tribuna.
EMPEZÓ EL DERRUMBE
Verdasco soportó más la presión y ganó con autoridad
El cuarto parcial avanzaba con definición incierta. Ambos estaban más firmes con sus saques y no se daban ventaja.
Pero en el sexto game, la balanza de la ansiedad se inclinó del lado argentino. En su primer break point del set, Verdasco aprovechó un error no forzado de su rival y quedó 4-2.
Saltaban los hinchas españoles, silencio de lo argentinos. Suenan de nuevo las trompetas. El español cerraba sin dudar el set y emparejaba el marcador.
La definición no podía ser más cerrada. Parecía una final guionada para una película de suspenso. Encima, en el descanso posterior al cuarto set, Acasuso pedía tratamiento médico en el abdomen y preocupaba más todavía a los argentinos.
CAMINO AL FESTEJO
La definición de la Copa Davis llegaba a su momento decisivo: o la Ensaladera viajaba a España o David Nalbandian buscaba la gloria en el quinto punto. Los nervios llegaban a su climax y hasta a los argentinos se les hacía un nudo en la garganta para alentar.
Acasuso arrancaba mal el último set. Varios errores de derecha le abrían la posibilidad a Verdasco, que no lo desaprovechaba. "Vamos, vamos... Argentina... vamos, vamos... a ganar...", gritaban los hinchas argentinos tratando de que Chucho no se desmorone.
Verdasco estaba más entero y creía en su confianza. Buenos primeros saques le permitían confirmar el quiebre y estirar la ventaja. Las caras del equipo argentino y del público se empezaban a transformar. De la esperanza posterior al tercer set a la angustia de ir abajo en el quinto.
El zurdo de Madrid, con toda la confianza, quebró de nuevo en el tercer game, se puso 3-0 y encarriló el partido y el título para España.
El desenlace del set no tuvo retorno para Argentina. Acasuso ya estaba entregado y Verdasco jugaba su mejor tenis.
Por fin llegó el séptimo game y, en el tercer punto para campeonato, la derecha de Verdasco cerró la historia de la serie en Mar del Plata. Gloria para España, frustración inmensa para Argentina.
El cuentito de la Copa Davis no tuvo final feliz para los locales, que pierden su tercera final, después de las derrotas en 1981 con Vilas y Clerc en Estados Unidos y la anterior en 2006 en Rusia, con parte del equipo que perdió en esta oportunidad.
¿Será que se está volviendo un karma la Ensaladera para Argentina? Quizás una de las claves para entender la derrota sea lo que dijo el capitán Alberto Mancini después de la caída: "Tenemos mucho que aprender, no sólo en el tenis sino como sociedad. Nos cuesta tirar a todos para el mismo lado".
Tantas expectativas previas y confianza desmedida hacen de esta derrota un fracaso difícil de digerir y superar. Contraste absoluto con España, que llegó a Mar del Plata con perfil bajo pero segura de sus posibilidades. "Argentina es favorita pero los partidos se ganan en la pista", había repetido el equipo español durante la semana.
Y así fue. España lo ganó en la cancha y con absoluta justicia. Felicitaciones campeones.
Fuente :ESPN...