Estábamos conversando en la vereda de la casa con Pablo, era una tarde después que ha pasado la garúa, con nuestro cielo gris de siempre, mientras vinieron una pareja de esposos a decirle al oído y en clave a él, que en 15 minutos traerían la foto, y cuanto costaba le dijeron con señas, él asentía, esta bien decía, que venga.
No entendía de que se trataba, él me explico que Cesar tenía otro hijo y que no se conocían, que le iban a traer la foto del niño, que iba a pagar por la foto $ 37, y había quedado con Cesar conocer al pequeño lejos de su casa. Lo mire perpleja, hombres se tapan todas sus correrías, pensé
Mirábamos a las islas San Lorenzo y uno de los peñones explotaba como volcán y se deshacía, el mar estaba bravo. El cielo se puso negro, azul oscuro; a prisa entramos a casa todo estaba en tinieblas, llegamos al patio con linternas. Con Marleny fuimos a la azotea a mirar que pasaba.
El cielo seguía negro, el mar estaba bravísimo, la gente gritaba
- ¡ sálvanos señor! ¡protégenos señor!-, rezaban, lloraban.
Solo se veían humos lilas, marrones y blancos en el aire. La tierra y el mar temblaban, se oían explosiones por todos lados. Algunos se tiraban al mar, otros se tiraban por sus ventanas era una escena horrible, escalofriante ver aquello, todos querían escapar, todos corrían despavoridos. Con las linternas ella alumbro al patio y los niños estaban jugando tranquilos, papá y mamá esperaban que termine todo, pero tranquilos. Le dije apaga las linternas las vamos a necesitar después, que no se gasten las baterías. Le grite que llevara el celular y su batería.
Ella me miro y con su razonamiento habitual dijo
- No es el fin del mundo, ellos nos vigilan desde los satélites, no es el fin del mundo, no van a dejar que nadie escape.
Mire hacia atrás y Chabela sacaba cosas de su cuarto lo mas valioso y útil que tenia, con sus dos hijos en medio de la oscuridad todos asustados.
Entonces me acorde de ti, donde estabas, porque hoy te habías ido a trabajar, porque no tomabas en serio mis consejos. Me preguntaba si estarías a salvo, en ese momento me llamaste por el celular, tu voz estaba tensa y alejada, no te escuchaba bien, había demasiado ruido, escuche que estabas con tus padres que no podrías venir a casa, que mañana vendrías a verme, decías que me cuide y la llamada se perdió, quise llamarte y el aparato se destrozaba, era de yeso, las teclas se rompían; tenia impotencia y rabia por no poder hablarte, mis hermanas me miraban y querían calmarme.
No recuerdo quien me alcanzo la muñeca que me regalaste por mi aniversario, tenia grabado un saludo:
- Señora la felicito por tener un nombre especial … comenzaba diciendo.
Nuestro mundo se destruía y tú no estabas a mi lado, tire la muñeca. Estaba a punto de gritar, mire a mi alrededor y todo estaba oscuro, te vi a mi lado y pensé ya volviste. Te pregunte instintivamente: estas despierto? Dijiste que si, ah suspire, mire la hora en el reloj y marcaba las 3:24 am. Había sido un sueño.
Paula S
No entendía de que se trataba, él me explico que Cesar tenía otro hijo y que no se conocían, que le iban a traer la foto del niño, que iba a pagar por la foto $ 37, y había quedado con Cesar conocer al pequeño lejos de su casa. Lo mire perpleja, hombres se tapan todas sus correrías, pensé
Mirábamos a las islas San Lorenzo y uno de los peñones explotaba como volcán y se deshacía, el mar estaba bravo. El cielo se puso negro, azul oscuro; a prisa entramos a casa todo estaba en tinieblas, llegamos al patio con linternas. Con Marleny fuimos a la azotea a mirar que pasaba.
El cielo seguía negro, el mar estaba bravísimo, la gente gritaba
- ¡ sálvanos señor! ¡protégenos señor!-, rezaban, lloraban.
Solo se veían humos lilas, marrones y blancos en el aire. La tierra y el mar temblaban, se oían explosiones por todos lados. Algunos se tiraban al mar, otros se tiraban por sus ventanas era una escena horrible, escalofriante ver aquello, todos querían escapar, todos corrían despavoridos. Con las linternas ella alumbro al patio y los niños estaban jugando tranquilos, papá y mamá esperaban que termine todo, pero tranquilos. Le dije apaga las linternas las vamos a necesitar después, que no se gasten las baterías. Le grite que llevara el celular y su batería.
Ella me miro y con su razonamiento habitual dijo
- No es el fin del mundo, ellos nos vigilan desde los satélites, no es el fin del mundo, no van a dejar que nadie escape.
Mire hacia atrás y Chabela sacaba cosas de su cuarto lo mas valioso y útil que tenia, con sus dos hijos en medio de la oscuridad todos asustados.
Entonces me acorde de ti, donde estabas, porque hoy te habías ido a trabajar, porque no tomabas en serio mis consejos. Me preguntaba si estarías a salvo, en ese momento me llamaste por el celular, tu voz estaba tensa y alejada, no te escuchaba bien, había demasiado ruido, escuche que estabas con tus padres que no podrías venir a casa, que mañana vendrías a verme, decías que me cuide y la llamada se perdió, quise llamarte y el aparato se destrozaba, era de yeso, las teclas se rompían; tenia impotencia y rabia por no poder hablarte, mis hermanas me miraban y querían calmarme.
No recuerdo quien me alcanzo la muñeca que me regalaste por mi aniversario, tenia grabado un saludo:
- Señora la felicito por tener un nombre especial … comenzaba diciendo.
Nuestro mundo se destruía y tú no estabas a mi lado, tire la muñeca. Estaba a punto de gritar, mire a mi alrededor y todo estaba oscuro, te vi a mi lado y pensé ya volviste. Te pregunte instintivamente: estas despierto? Dijiste que si, ah suspire, mire la hora en el reloj y marcaba las 3:24 am. Había sido un sueño.
Paula S