El otro día en una revista leí que una de las fantasías
sexuales más comunes entre las mujeres es hacer el amor
de forma salvaje. Llegar a casa... que esté tu marido
preparando la cena... -bueno, esto por sí solo ya sería
una fantasía-, acercarte por detrás, arrancarle el
delantal y hacerlo en la mesa de la cocina. Como en la
pelicula esa de "El cartero siempre llama dos veces"...
Que, por cierto, con lo que estaba pasando en la cocina
no me extraña que el amigo cartero tuviera que llamar dos veces,
y unas veinte mas ¿Pero ustedes se imaginan esto en la vida real?
Con las piernas colgando, clavándote el tenedor en la nuca,
desollándote las nalgas con el rallador del pan, y encima,
el cartero, venga a llamar:
...........................................................................................................................................................
Estas cosas nos pasan por intentar copiar lo que
vemos en las películas. Por ejemplo, la típica fantasía
de mezclar sexo y comida, como en "Nueve semanas y media",
con las fresas, el melocotón en almíbar... Vamos a ver:
¿qué es lo que tiene de sexy hacer una macedoniade frutas encima de tu pareja?
Porque el almíbar tiene una característica muy poco erótica:
a los tres minutos se seca... y se queda como el turrón
Claro, en la película cortan, pero a tí te toca irte al
baño con la cabeza pegada a sus pelitos del pecho,
con el culo en pompa y caminando hacia atrás...
pareciendo como dos siameses. Él:
- ¡Aaaaah, aaaahhh! ¡Aaaaaaaaaahhhhh!
Y tú:
- Pero,mi rey, ¿cómo te puede excitar esto, ?
....................................................................................................................................
Otra fantasía muy típica es grabarse en vídeo.
A mí me comentó una amiga que lo había hecho, y que
daba mucho morbo. Así que lo probé: es supererótico...
hasta que te ves... ponemos la cinta todos emocionados,
y cuando ves dos cuerpos abrazados... ¡gordos!, uno dice:
- mi amor, como que me equivoque de cinta, eso es un combate de sumo.
- No cariño, somos nosotros, es que la cámara engorda.
- ¿Que engorda? ¿Y la mesa de noche por qué no engorda?
Otro clásico de las fantasías es hacer el amor en
un sitio público. Por ejemplo, en un ascensor.
¿Lo han probado? Aquello se mueve más que la madre de Marco.
Y para colmo los vecinos no cooperan nada; tú todavía estás
en los preliminares y ellos ya superexcitados:
- ¡¡¡¡Ascensooor!!
-...........................................................................................................................................
Y luego está la fantasía favorita
un trío con dos tipas. Aquí lo que más gracia hace es
cómo intentar proponérselo... hay que dejar pistas,
con esa sutileza que nos caracteriza:
- Oye, ¿a tí te gustan los tres tenores?
- Sí.
- ¿Y los tres cerditos?
- Sííí.
- ¿Y las tres carabelas?
- ya está bien. ¿Qué quieres?
- Yo nada... Oye... Esta cama es muy grande.
¿No? Y tu amiga camy, muy liberal...
Y ella te dice:
- yo me conformo con cualquier cosa,
pero a mi amiga Camy le gustan los hombres.
....................................................................................................................................................
Pero la muestra más clara de que las fantasías nunca deberían
llevarse a cabo es cuando intentas hacer el amor en la bañera:
aquí la fantasía es conseguir hacerlo sin romperte nada.
Para empezar... erótico no es. Uno se mete, y se queda encajado
en la bañera, con las rodillas en las orejas, y el periscopio
intentando asomarse. Y va uno y le dice
- ¡métete!
Y claro, uno ya tiene el mejor sitio, a ella te toca poner
el culo encima del tapón y que le dé el grifo en la nuca.
Y entonces empiezamos a movernos todos apasionados.
¡Y se forma una marejada...! ¡Chaf, chaf, chaf...!
Aquello parece "La tormenta perfecta"... Lo malo es que uno no
es George Clooney,
es el capitán Pescanova. Entonces le dices:
- Vamos a probar otra postura; ponte tú encima.
En ese momento se sale el tapón y el desagüe le comienza a chupar las nalgas
y ella piensa... "este ha organizado un trío sin avisarme".
Y cuando se da cuenta de que es el tapón dice:
- se sale el agua, se sale el agua!
Y nosotros:
- No te muevas, busca el tapón...
ella, tanteando, agarra lo primero que encuentra... Y gritamos:
- ¡Eso no es el tapón! ¿No ves que hay dos?
En ese momento, ya sólo se te ocurre una solución:
- Cariño, ¿por qué no vamos a la cama?... Pero a dormir ¿eh? ¡Que estoy agotado!
sexuales más comunes entre las mujeres es hacer el amor
de forma salvaje. Llegar a casa... que esté tu marido
preparando la cena... -bueno, esto por sí solo ya sería
una fantasía-, acercarte por detrás, arrancarle el
delantal y hacerlo en la mesa de la cocina. Como en la
pelicula esa de "El cartero siempre llama dos veces"...
Que, por cierto, con lo que estaba pasando en la cocina
no me extraña que el amigo cartero tuviera que llamar dos veces,
y unas veinte mas ¿Pero ustedes se imaginan esto en la vida real?
Con las piernas colgando, clavándote el tenedor en la nuca,
desollándote las nalgas con el rallador del pan, y encima,
el cartero, venga a llamar:
...........................................................................................................................................................
Estas cosas nos pasan por intentar copiar lo que
vemos en las películas. Por ejemplo, la típica fantasía
de mezclar sexo y comida, como en "Nueve semanas y media",
con las fresas, el melocotón en almíbar... Vamos a ver:
¿qué es lo que tiene de sexy hacer una macedoniade frutas encima de tu pareja?
Porque el almíbar tiene una característica muy poco erótica:
a los tres minutos se seca... y se queda como el turrón
Claro, en la película cortan, pero a tí te toca irte al
baño con la cabeza pegada a sus pelitos del pecho,
con el culo en pompa y caminando hacia atrás...
pareciendo como dos siameses. Él:
- ¡Aaaaah, aaaahhh! ¡Aaaaaaaaaahhhhh!
Y tú:
- Pero,mi rey, ¿cómo te puede excitar esto, ?
....................................................................................................................................
Otra fantasía muy típica es grabarse en vídeo.
A mí me comentó una amiga que lo había hecho, y que
daba mucho morbo. Así que lo probé: es supererótico...
hasta que te ves... ponemos la cinta todos emocionados,
y cuando ves dos cuerpos abrazados... ¡gordos!, uno dice:
- mi amor, como que me equivoque de cinta, eso es un combate de sumo.
- No cariño, somos nosotros, es que la cámara engorda.
- ¿Que engorda? ¿Y la mesa de noche por qué no engorda?
Otro clásico de las fantasías es hacer el amor en
un sitio público. Por ejemplo, en un ascensor.
¿Lo han probado? Aquello se mueve más que la madre de Marco.
Y para colmo los vecinos no cooperan nada; tú todavía estás
en los preliminares y ellos ya superexcitados:
- ¡¡¡¡Ascensooor!!
-...........................................................................................................................................
Y luego está la fantasía favorita
un trío con dos tipas. Aquí lo que más gracia hace es
cómo intentar proponérselo... hay que dejar pistas,
con esa sutileza que nos caracteriza:
- Oye, ¿a tí te gustan los tres tenores?
- Sí.
- ¿Y los tres cerditos?
- Sííí.
- ¿Y las tres carabelas?
- ya está bien. ¿Qué quieres?
- Yo nada... Oye... Esta cama es muy grande.
¿No? Y tu amiga camy, muy liberal...
Y ella te dice:
- yo me conformo con cualquier cosa,
pero a mi amiga Camy le gustan los hombres.
....................................................................................................................................................
Pero la muestra más clara de que las fantasías nunca deberían
llevarse a cabo es cuando intentas hacer el amor en la bañera:
aquí la fantasía es conseguir hacerlo sin romperte nada.
Para empezar... erótico no es. Uno se mete, y se queda encajado
en la bañera, con las rodillas en las orejas, y el periscopio
intentando asomarse. Y va uno y le dice
- ¡métete!
Y claro, uno ya tiene el mejor sitio, a ella te toca poner
el culo encima del tapón y que le dé el grifo en la nuca.
Y entonces empiezamos a movernos todos apasionados.
¡Y se forma una marejada...! ¡Chaf, chaf, chaf...!
Aquello parece "La tormenta perfecta"... Lo malo es que uno no
es George Clooney,
es el capitán Pescanova. Entonces le dices:
- Vamos a probar otra postura; ponte tú encima.
En ese momento se sale el tapón y el desagüe le comienza a chupar las nalgas
y ella piensa... "este ha organizado un trío sin avisarme".
Y cuando se da cuenta de que es el tapón dice:
- se sale el agua, se sale el agua!
Y nosotros:
- No te muevas, busca el tapón...
ella, tanteando, agarra lo primero que encuentra... Y gritamos:
- ¡Eso no es el tapón! ¿No ves que hay dos?
En ese momento, ya sólo se te ocurre una solución:
- Cariño, ¿por qué no vamos a la cama?... Pero a dormir ¿eh? ¡Que estoy agotado!