Un grupo de soldados italianos se somete al castigo que le propina una experta en artes marciales de 77 años.
Keiko Wakabayshi fue contratada por la milicia italiana para entrenar a los reclutas en combate mano a mano. La mujer de apenas un metro cincuenta de altura doblega sin esfuerzo a los jóvenes soldados que rondan en promedio un metro ochenta.
Wakabayshi es experta en jujitsu, jojitso, kenjitso, judo, kendo y karate. No representa para ella un desafío demasiado grande revolear a los soldados de la brigada Folgore por todo el piso de las barracas de Livorno diariamente.
Según manifestó la mujer, a la hora del combate el físico es lo de menos y espera seguir sometiendo soldados con facilidad durante muchos años más.
Su enseñanza fundamental es: "mírenme a mí y aprendan que nada es imposible".
Keiko Wakabayshi fue contratada por la milicia italiana para entrenar a los reclutas en combate mano a mano. La mujer de apenas un metro cincuenta de altura doblega sin esfuerzo a los jóvenes soldados que rondan en promedio un metro ochenta.
Wakabayshi es experta en jujitsu, jojitso, kenjitso, judo, kendo y karate. No representa para ella un desafío demasiado grande revolear a los soldados de la brigada Folgore por todo el piso de las barracas de Livorno diariamente.
Según manifestó la mujer, a la hora del combate el físico es lo de menos y espera seguir sometiendo soldados con facilidad durante muchos años más.
Su enseñanza fundamental es: "mírenme a mí y aprendan que nada es imposible".