Usted
que una mañana de agosto
vio la luz y se quedó con ella
Removió mis inquietudes
y me advirtió de tempestades
Usted que entre las cenizas
hizo resurgir mi alma
ya sin esperanza, ya sin vida
Me hizo aceptar la realidad
elegir entre lo bueno y la maldad
Creó una historia
que queda en la eternidad
sin un principio, sin un final
A Usted
cual oasis en el desierto
mi sed sació
Le entrego estos versos
que salen del corazón
Todo atrás ya quedó
flotando a la deriva
el sufrimiento y su dolor
Ahora la calma es dueña
de tanta dicha y amor
Brota en latidos que paran
y miran a su alrededor
quietos, entre susurros de amor
A usted que rompe el silencio
entre suspiros y mi respirar
A usted me entrego
exhausto
sin mirar atrás.
que una mañana de agosto
vio la luz y se quedó con ella
Removió mis inquietudes
y me advirtió de tempestades
Usted que entre las cenizas
hizo resurgir mi alma
ya sin esperanza, ya sin vida
Me hizo aceptar la realidad
elegir entre lo bueno y la maldad
Creó una historia
que queda en la eternidad
sin un principio, sin un final
A Usted
cual oasis en el desierto
mi sed sació
Le entrego estos versos
que salen del corazón
Todo atrás ya quedó
flotando a la deriva
el sufrimiento y su dolor
Ahora la calma es dueña
de tanta dicha y amor
Brota en latidos que paran
y miran a su alrededor
quietos, entre susurros de amor
A usted que rompe el silencio
entre suspiros y mi respirar
A usted me entrego
exhausto
sin mirar atrás.